trigo y pan

Los campos en los primeros meses del año con demasiada humedad

  • Exceso de precipitaciones generaría una cosecha menor no visto desde 2020.
  • La FAO este enero proyectó una caída ligera del trigo en Europa
  • En Argentina solo si se elimina retención al trigo se incrementaría la cosecha.

Este fin semana los analistas en la producción agrícola de Europa han puesto sus “visores” en las perspectivas de la cosecha de trigo del viejo continente pues esta se presenta muy variable en función a que las lluvias persistentes en Francia y Reino Unido aumentan las posibilidades de grandes pérdidas.

Los analistas muestran sus preocupaciones en sus predicciones debido a que la siembra de otoño ha sido interrumpida por altas precipitaciones hídricas, lo que ubica a Europa en la posibilidad de obtener una menor cosecha de trigo desde 2020, cuando los campos también soportaron condiciones de empapamiento.

En Francia, los analistas consideran que el estado de la cosecha de trigo blando, ha disminuido significativamente en el presente mes hasta permanecer en el nivel más bajo de los últimos cuatro años; por consiguiente, ellos especulan que los rendimientos o productividad se aminore de forma considerable.

Los agrónomos indican que la combinación de exceso de humedad con temperaturas suaves hace que los cultivos se desarrollen con raíces débiles, generando una planta débil, los agricultores esperan que los granos ganen superficie después de que el tiempo húmedo haya moderado las expectativas, pero ya no con los mismos rendimientos.

En Reino Unido la superficie de trigo disminuirá un 15 por ciento este año. Además, solo el 34 por ciento del trigo sembrado se encontraba en buenas o excelentes condiciones a finales de marzo, frente al 90 por ciento del año anterior. En Alemania la siempre es interrumpida por las lluvias y ya se vislumbra una menor cosecha este año.

La FAO ya había proyectado en enero del presente año que la producción mundial de trigo se reduciría “ligeramente”. La reciente revisión indicaba que la baja se debía a la humedad en Europa, pero proyectaba que los EE.UU., pese a la reducción de la superficie cultivada, inducida por los precios, tendría una producción al aumento,

En Canadá, donde la cosecha principal de trigo de primavera se sembrará a partir de mayo, las previsiones iniciales de la FAO apuntaban a una probable disminución de la superficie sembrada como consecuencia de la reducción de los márgenes de ganancia.

Los especialistas de la FAO mencionan que, en Asia, unas condiciones meteorológicas favorables refuerzan las perspectivas sobre la producción en la India y el Pakistán, y dados los precios remunerativos que apoyan la siembra de trigo, es probable que haya una excelente cosecha el 2024.

En los países asiáticos del Cercano Oriente, las lluvias abundantes han beneficiado el desarrollo de los cultivos y han reabastecido el suministro de agua de riego, lo que sustenta las perspectivas favorables sobre la producción de trigo en 2024, en relación con las cosechas que se recogerán a partir de mayo.

Pero los especialistas de la FAO indican por el contrario que en África del Norte los notables déficits de precipitaciones y las altas temperaturas han degradado los cultivos de trigo, por lo que se pronostican bajos niveles de rendimientos en 2024, tras la producción ya de por sí deficiente del año pasado.

Lo que llama la atención, es lo que sucede en la Federación de Rusia que, a pesar de encontrarse en conflicto bélico, mantiene unas condiciones meteorológicas moderadas favorables para el cereal que permite buenos resultados, y se prevé una producción de trigo superior a la media en 2024.

En Argentina los productores de trigo están a la espera de que Javier Milei cumpla su promesa de campaña electoral de eliminar las retenciones a varios productos agrícolas, entre ellos el trigo, del 12 por ciento. Es una preocupación latente porque las siembras la campaña 2024-2025 se inicia este mayo.

Según analistas argentinos la eliminación de la retención mejoraría la rentabilidad esperada por el agricultor, al estimular el área por sembrar y la adopción de mejores tecnologías. Se daría un incremento de 529.000 hectáreas para la próxima campaña, una producción adicional de 1,8 millones de toneladas y en ingresos adicionales por exportaciones de 398 millones de dólares.

Manuel Corimanya Muñoz

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